6.6

Can-Can

París, 1896. Aunque el descocado Can-Can ha sido prohibido, en el café de una encantadora mujer (MacLaine) se sigue bailando para deleite de sus clientes. Y puede hacerlo impunemente porque su astuto abogado (Sinatra) tiene a un juez corrupto (Chevalier) entre la espada y la pared. Pero el lucrativo negocio se va al garete, con la llegada de un nuevo juez (Jourdan), que decide prohibir definitivamente ese baile tan inmoral.
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