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La ministra inmoral

El éxito y el poder no siempre son garantía de una radiante felicidad, porque cuando el amor y la ilusión están ausentes, la soledad genera un gran vacío; este es el caso de nuestra Ministra Gilma Zuleta, quien lo ha logrado todo, menos el amor. En la cúspide de su carrera, Gilma sufre una fuerte depresión que la induce a querer quitarse la vida, pero no es capaz de suicidarse por su propia mano, razón por la que contrata a su propio asesino. Sólo tiene un mes para entregarse a una locura desenfrenada, pero en sus planes no estaba conocer el amor y ya es tarde para deshacer su trato…
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