3.8

Nada que hacer

Un hombre. Una mujer. Casados... pero no juntos. Están desempleados. Él desde hace algunas semanas, ella desde catorce meses. No tienen nada que hacer de sus jornadas. Se convierten, primero en amigos, luego en amantes. Es una amistad, que día tras día, sin que sea voluntario, acaba en amor. Un amor clandestino, insolente, despreocupado, imprevisto para días de desempleados.
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