5.2

Non perdiamo la testa

Pensando que se trata de un enfermo con los días contados, al inocentón de Tony lo ingresa en una villa una ricachona snob, con su grupo de amigas dedicadas a la benificencia. Él no sabe por qué está allí, pero está encantado, pues le tienen como a un rey, además se enamora de la criada... Pero el hermano de la rica es un descerebrado que quiere su cráneo y los sirvientes están imprimiendo billetes falsos...
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